De paso por Japón

Japón me generaba mucha incertidumbre pues era el primer viaje que hacía tan lejos de mi país, y porque me iba a enfrentar a un idioma y a una cultura completamente distinta a la mía.

Dos semanas después de aterrizar, ya estaba completamente enamorado de este país y de su gente. Me sorprendió que casi todo en este lugar funciona cercano a la perfección: el servicio de transporte es espectacular, puntual y limpio; la comida variada y deliciosa; la gente suele ser cálida con el visitante (a pesar del choque cultural y lingüístico que existe); y sus ciudades, además de ser hermosas, seguras y limpias, son una mezcla perfecta entre tradición e innovación.

Japón fue especial por muchísimas razones, entre ellas el vivir por primera vez el mundo "Full Frame" de una cámara.

Osaka fue mi ciudad favorita y el Monte Fuji mi cuenta pendiente, pero este es un país que visitaré nuevamente, más pronto que tarde. 2018

Tokio, Kamakura, Kioto, Osaka, Nara, Himeji, Hiroshima, Miyajima, Fujiyoshida, Matsumoto y Nikko.