Fotografías rescatadas de carpetas olvidadas


¿Alguna vez te ha pasado que dentro de una bolsa, una chamarra o pantalón te has encontrado algún objeto "perdido" como una credencial, las llaves de tu casa, un chocolate (con fortuna sin derretir) o dinero? Bueno, pues ese sentir lo experimenté revisando carpetas de fotos "antiguas" y viajes pasados.


Cuando regreso de un viaje, trato de en un tiempo corto de no más de un mes (mi primer viaje a Perú me tomó poco más de un año), categorizar y organizar qué fotos son relevantes y cuáles no lo son tanto, para pasarlas a un proceso de postproducción y posterior exportación.


Muchas veces este "trabajo" se hace desde la captura pues sabes cuándo una foto quedó bien es buena o mala, si está en foco o no; así que el trabajo en cierto sentido sólo es seleccionarlas. Aún así, suena más fácil de lo que realmente es porque muchas veces uno se satura o está viciado de ver taaaaantas fotos. Para darte un ejemplo, cada vez que viajo tomo en alrededor de 300-500 fotografías por día, así que cuando se hacen viajes medio largos de una semana o dos...creo que ya me entendiste.


Así pues, al pasar a revelar las fotografías que es -o al menos debería ser- un proceso importante para cualquier persona que haga fotografía, es aquí donde uno puede comenzar a errar. Lo ideal es que la toma desde un principio quede perfecta pero no siempre es así, por lo que al seleccionar qué fotos pasarán al revelado, se llegan a pasar por alto imágenes que tenían potencial pero no quedaron lo suficientemente bien expuestas, les falta mejorar el color o que con un ajuste en el recorte podría cambiar por completo el resultado.


Recientemente necesitaba unas fotos que se encontraban dentro de carpetas antiguas así que aproveché para "depurar" y "hacer espacio" en mi disco duro pero vaya sorpresas que me llevé. Me encontré con archivos que me alegré de no haber eliminado. Repetí la postproducción de algunas fotografías (con mi estilo de edición actualizado), seleccioné algunas que no habían destacado y me parece que el resultado fue bastante exitoso. La portada y las fotografías posteriores son algunas de ellas.


Claro que no todo es risa y diversión pues este hábito me llegó un poco tarde, ya que en su momento eliminé TODOS los archivos originales de las fotografías que no consideré valiosas de mi viaje a Perú, y algunas de esas historias más que no me dejan dormir pero sin duda me heredaron muchísimos aprendizajes.


Hay fotos excelentes, buenas, malas, no tan malas y, en mi caso, fotos que nunca sabremos si realmente estaban malas pero no me agüito, lo importante para mí es hacer las fotografías para después disfrutar rememorando, sus lindos resultados.